I mean, WTF? [Juliette]

Después de horas vagando con los tacones y la resaca, llegué a un maldito edificio lo suficientemente grande para pensar que era algo importante. Entré intentando no comerme la puerta, y en mi búsqueda de vida humana, vi un plano. O parecía un plano. Me acerqué a mirar, resultó que al final era un puto colegio. Aún así, encontré el despacho de dirección. En el plano. Ahora sólo tenía que pedirle a mi amigo Jack Daniel que me llevara hasta allí.
Mirando puertas y puertas llegué al bendito cartel que decía 'dirección'. Golpeé un par de veces y me quedé esperando a que algún ser se dignara a abrirme

Llevaba en mi despacho desde las diez de la mañana, ya que tenía que ocuparme de las últimas cosas antes de que empezaran a llegar los alumnos. Esperaba empezar pronto con las clases, ya que prefería que estuvieran preparados para futuras guerras cuanto antes. No había construido esta escuela pensando en las guerras, pero aún así era un tema que siempre me preocupaba.
A pesar de que había acabado de trabajar hacía horas, me quedé en el despacho por si acaso: había tenido una visión de una humana apareciendo de la nada en la cabaña del bosque. Seguramente vendría en busca de ayuda, asustada y desorientada... o borracha, simplemente. Algo me decía que iba a tardar mucho en llegar, por lo que esperé hasta que apareciera, sin irme a comer.
Me empezaron a rugir las tripas justo en el momento en el que llamó a la puerta. Por fin había llegado.
- Puedes pasar, está abierto - Dije elevando un poco el tono para que me escuchara desde el otro lado de la puerta.

Oí una voz humana hablándome desde el otro lado de la puerta. Así que había vida en este sitio. Abrí la puerta despacio, haciendo que chirriara.
- Me cago en su puta madre... - murmuré mientras entraba por el pequeño hueco que había dejado, lo mejor para la resaca era ese adorable ruidito.
Cerré de un portazo, poniendo cara de dolor. Encima era YO la que me jodía dando golpes.
Apoyé la espalda y un pie en la pared, con las manos en los bolsillos del pantalón, y me quedé mirando a la tipa.
- Si esperas que salude la llevas clara, mona - pensé, esperando una reacción por su parte.

Cuando abrió la puerta y ésta chirrió, fruncí el ceño ligeramente y de forma casi imperceptible, alzando un poco las cejas. Miré fijamente a la chica, sonriendo, esperando a que me dijera qué era lo que quería... o más bien, que me preguntara dónde estaba, porque esta era la chica que había visto aparecer en la cabaña. Era la humana que llevaba toda la mañana esperando. En vez de un saludo o un pregunta, me encontré con una frase no muy amistosa dirigida hacia la puerta... ni que ella tuviera la culpa de haber chirriado. Suspiré cuando dio un portazo. Nota mental: Limpiar la pared.
- En realidad estaba esperando tus preguntas, Delilah - Dije amablemente, con una sonrisa. Ahora que la tenía delante ya podía leerle la mente, lo que me facilitó bastante las cosas. Así que se ahogó en un lago estando borracha... vaya por Dios, malditos portales.

Puse cara de LOL al oír lo que dijo. Si estaba esperando mis preguntas, que me las dijera, porque no sabía que quería preguntarle algo. Y además, ¿esa frase tenía algún sentido? Seguí con mi cara de LOL, pero con una ceja levantada.
- ¿Cómo coño sabes mi nombre? - pregunté en un tono totalmente contrario al suyo. Cada cosa que me encontraba era más rara que la anterior.
Y otra cosa... ¿Por qué sonreía? ¿Estaba planeando mi asesinato o qué? ¿O acaso le parecía buen momeno para ponerme caritas de buena persona? Empujé con el pie que tenía apoyado para separarme de la pared y avancé unos pasos hacia ella. Sin bajar la ceja, por supuesto.

Observé su cara y evité reírme, aunque en realidad no me faltaban ganas. Tenía que empezar a hablar con más delicadeza cuando me dirigiera a la humana, o si no acabaría escapándose y mi misión de protegerla habría fallado. Así que no sabía que quería preguntarme algo... Cuando habló, sonreí de nuevo, pues acababa de hacerme la primera pregunta, y además, en su mente, se estaban formulando otras tantas.
Cuando se acercó a mí, ladeé la cabeza y señalé una de las sillas que estaban frente a mi escritorio.
- Puedes tomar asiento, Delilah, tenemos mucho de que hablar - En realidad, no esperaba que lo hiciera, pero nunca estaba de más intentarlo. A ver cómo le explicaba ahora todo lo que había pasado sin que le diera un ataque. Había estado toda la mañana esperándola, pero no me había preparado para hablar con ella, un grave error - Pero antes de nada... ¿Tienes hambre? - A juzgar por la expresión de su rostro, no parecía tenerla, pero yo sabía que durante una borrachera y después de ésta entra un hambre descomunal.
Hice aparecer sobre mi escritorio una pizza carbonara y otra barbacoa, no me apetecía pararme a mirar qué era lo que le gustaba: me moría de hambre. Cogí una porción de la primera y le di un mordisco. ¡Por fin! Qué hambre tengo, pensé mientras masticaba.

En serio, esta tía estaba planeando mi asesinato. Sonreía demasiado.
No tenía ninguna intención de seguirle el rollo, era sólo que me vendría bien. Me acerqué muy despacio a una de las sillas, sin dejar de mirarla. Separé la silla y me tiré, más que sentarme, poniendo un pie en la mesa.
Quité mi cara de LOL para mirarla más seriamente, mientras iba 'acomodándome' en la silla.
- Creo haberte hecho una pregunta - dije, sin responder a la suya. Por lo visto sabía demasiado, así que debería saber también la respuesta - . Dijiste que las estabas esperando, así que no estaría de más que la contestaras - si teníamos mucho de que hablar, acabaríamos antes cuanto antes empezara. Parecía que eso no le interesaba demasiado.
Esperando su respuesta, si es que iba a darme alguna hoy, vi cómo dos pizzas aparecían de la nada. Seguí mirando a la tipa, intenando que la cara de LOL no volviera a mí. Estaba demostrado que aquí no me iba a encontrar nada normal.

Seguí comiendo mi porción de pizza, con cara de satisfacción. Haber estado esperando a esta chica para que al final resultara ser así de desagradable... en fin, mi deber era protegerla, así que, por mucho que me gustaría no hacerlo, tenía que contestar a sus preguntas.
- Me parece que yo también te he preguntado algo, Delilah, y no puedes comportarte de esa manera y esperar que los demás te hagan caso - Dije cuando me acabé la porción - Aunque las estuviera esperando, primero tienes que hacerlas, y creo que antes de preguntarme cómo es que sé tu nombre deberías preguntar otras cosas - Me levanté y caminé lentamente hacia la puerta, sin poder evitar que mis tacones golpetearan contra el suelo haciendo un leve ruido. Abrí la puerta y miré a Delila - Tú eliges, Delilah. Puedes comportarte y saber qué es lo que está pasando o puedes seguir con esa actitud y marcharte de mi escuela - No quería que la humana vagara por la ciudad sin protección, pero con esa actitud no pensaba tenerla aquí dentro.

Me quedé flipando con esta mujer. ¿Acaso tenía que imitar a Doña Perfecta aquí presente porque, además, ella tiene más interés en la conversación que yo? Si no le gusta, que no mire. Amabilidad mis cojones, BRUJA.
La vi levantarse y caminar hacia la puerta. Oí cómo la abría y, unos segundos después de que hablar, apoyé mi brazo izquierdo en el respaldo de la silla y me giré lo justo para mirarla de reojo.
- No sé, es que que yo sepa no me has visto en tu vida, y ahora mismo lo que me interesa es saber cómo te has enterado de mi nombre - me quedé un momento en silencio antes de continuar - . Si tanto sabes lo que tengo que preguntar, ¿por qué no me lo cuentas tú directamente? - lo mejor es que estaba intentado corregirme.
No sabía lo que pretendía, y mucho menos lo que esperaba que yo hiciera. Sólo tenía que aguantar un rato a Lady Aguafiestington si al menos quería averiguar cómo cojones aparecí en este agujero.