Relajándome [Libre]

Sabía de sobra que Marc abría su bar más tiempo por la noche que por el día, aunque nunca me había pasado por allí. Teniendo otras responsabilidades en la escuela era lógico que prácticamente no abriera por el día, pero según Doris su único motivo para no hacerlo era la vagancia. Decidí pasarme por allí para conocer en persona a ese tal Marc y a los alumnos que se dejaran caer por el bar.
As de copas... sólo con ver el letrero podía imaginarme cómo era Marc. Al entrar, vi a un chico con cara de felicidad detrás de la barra, sentado en un taburete y haciéndose un porro. ¿En serio era ese el tal Marc? Todavía no entendía por qué despertaba tanto interés en Doris, pero me acerqué a la barra para averiguarlo. Lo miré fijamente durante unos minutos, viéndolo encender el porro, cambiar la música de ambiente, mirarse al espejo... hasta que finalmente advirtió mi presencia.
Le pedí un whisky doble y, cuando me lo sirvió, me lo bebí de un trago. Esta iba a ser una noche muy larga, sobre todo si no llegaba nadie más: observar a este chico era tremendamente aburrido, y yo había venido aquí en busca de una distracción. Además, fuera hacía bastante calor, aunque yo ya estaba acostumbrada a los cambios de temperatura tan bruscos que se producían en este mundo.
Le hice un gesto para que me pusiera otro whisky, y, cuando se giró para coger la botella, me fijé en que sólo llevaba puestos unos boxers... con una carita sonriente en la nalga derecha. Puse los ojos en blanco, ¿dónde me había metido? Esta ciudad se estaba llenando de escoria, menos mal que yo tenía un plan.

Hoy no me había pasado por el bar en todo el día, me daba demasiada pereza estar en un mismo sitio todo el día, sobre todo si no venía gente. Mientras la escuela no se fuera llenando, no tenía la necesidad de abrir el bar con frecuencia, además, tenía otras cosas que hacer como, por ejemplo, molestar a la gente. Decidí abrir por la noche, ya que en la calle hacía bastante calor y así, al menos, podría estar algo más fresquito. Lo cierto era que hoy no hacía más calor que otras veces, pero eso a mí me daba igual: hacía calor y punto.
Nada más entrar en el bar, puse música de fondo para darle un poco más de ambiente al As de copas. Como venía preparado con una bolsa de hierva, papel y mechero, decidí poner reggae para meterme en situación. También bajé un poco las luces, pero no demasiado, y dejé las de la parte de arriba apagadas.
Salté la barra para situarme detrás de ésta y me senté en un taburete que tenía allí preparado para mí. Era blandito y cómodo, por lo que me iba perfecto para ponerme a trabajar. Empecé a hacerme un porro cuando me pareció escuchar que se abría la puerta. No hice demasiado caso hasta que hube encendido el porro, cambiado de canción y comprobado en el espejo que estaba guapo.
Le puse un whisky doble y, al rato, le puse otro. Se me hacía raro ver a una mujer así por aquí sola, pero bueno, ella sabría. Me daba la sensación de que era Jazmine, pero no podía estar seguro de ello. Era muy probable que, de ser ella, ni me recordara, lo que era mejor para mí.
- Bueno... ¿vienes mucho por aquí, morena? - Dije alzando una ceja mientras apoyaba un codo en la barra.